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La guerra con el código penal en la mano

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Si a lo que está pasando con el golpe de estado catalán Mariano Rajoy lo llama tener todo controlado, no llego a imaginar qué sería para él una concatenación de sucesos imprevistos, descontrolados y atropellados en los que toda respuesta se improvisa. El Gobierno no ha estado a la altura de las circunstancias, y la verdad es que tampoco nadie lo esperaba. Lo acontecido con los golpistas catalanes no demanda ofertas de diálogo ni acciones de timidez ni pusilanimidad; sino la demostración de un Estado fuerte, cohesionado y sin fisuras capaz de hacerle frente, con la ley en la mano, a desafíos que amenazan su existencia y con ello la paz y prosperidad de los españoles. La enfermiza prolongación de la enfermedad catalana, la agonía de un referéndum que nunca tuvo garantías ni legales ni reales,  sólo ha traído más sufrimiento, la radicalización de la postura golpista, la alienación de los ...

La miseria ideológica

La miseria ideológica A nadie se le oculta que los mejores hombres, salvo excepciones, no se encuentran en política por mucho tiempo. El cansancio, la deriva personalista, narcisista y dictatorial que el tiempo y los hados de la arrogancia acaban imprimiendo en el liderazgo político, se traduce en la exclusión de vías de alimentación, saneamiento y renovación ideológica de los partidos, que de alguna forma intentan ocupar ese vacío con la mediocridad intelectual del rencor destructivo, el fomento de la sandez de turno, o la egoísta esterilidad social del seguidismo agradecido. Las civilizaciones caen, los partidos hegemónicos sucumben y ambos lo hacen por la infidelidad de sus responsables a los principios fundacionales. El primer partido en descubrir esto fue el exiguo y agónico PSOE, que además añadió, y sigue añadiendo a sus errores, una purga que más bien parece un laxante antes que un catártico. El derrumbamiento aparente, la puesta en relieve de su pensamiento, que no la ...

El populismo se arruga

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No cante victoria, pero la derrota moral que acaba de sufrir el populismo holandés es un alivio para la prosperidad de la sociedad europea. El fracaso del neofascismo - la otra cara de la moneda que comparte con el neocomunismo - podría suponer, parafraseando a Churchill, el final del principio de los populismos europeos. Lejos de que esta vetusta y excluyente ideología política henchida de fobias abandone nuestros horizontes parlamentarios, parece haber recibido un revés no definitivo, pero sí decisivo, en una batalla que se acabará dirimiendo en la Francia dicotómica de las libertades y de Le Pen . El dicterio al que nos tienen acostumbrados este tipo de políticos, a los que la Constitución les parece papel mojado, y los símbolos nacionales una “cutre pachanga fachosa”, les ha llevado a ser percibidos como lo que son, una ideología basada en el desprecio hacia los demás, un desprecio visceral y radical, con el franco deseo de exterminar pública y socialmente, a quien no milita c...

A culo pajero

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Desnudos, así están quedando sus señorías amenazándose mutuamente con la creación de comisiones de investigación sobre la financiación de partidos. Los unos, PSOE, Podemos y Cs, con hacerlo exclusivamente con las cuentas de los populares - se ve hace mucho tiempo no se miran el ombligo -, y el otro, PP, con aplicar la purga a todos, eso sí, pasando por el Senado, que es donde tiene mayoría absoluta. Puesto a que todo el arco parlamentario le hace una higa a eso de pacta sunt servanda , podrían disimular algo en el incumplimiento reiterado en la lucha contra la corrupción, y no actuar de forma tan grosera y ostensible. Una vez abierta la caja de Pandora de la zafiedad palmaria, es difícil dar un paso atrás. En esto que aparece el coordinador general de los populares, Maillo, y anuncia públicamente que “firmamos porque eran lentejas”. Desafortunada frase que no es más que una forma agreste de decirnos con arrogancia que no piensan cumplir con lo acordado y firmado. Ver para creer...

El peso de la responsabilidad

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Si algo caracteriza a la política de todos los tiempos y todos los lugares es la manifiesta voluntad de no asumir responsabilidades frente a cualquier dislate por muy grave que este sea. A lo sumo, bajo el eufemismo de dimisión política que ocurre en singulares ocasiones, se pretende tapar un desastre aireado por los medios de comunicación, acallar voces intentando calmar situaciones que harían sonrojar a cualquiera menos al caradura de turno que se resiste a abandonar la poltrona política ni a asumir responsabilidades que vayan más allá del gesto lastimero con el que algunos retornan a su vida real, que las más de las veces, fuera de la política, están llenas de fracasos e infortunios personales, fundamentalmente socioeconómicos. No crean que esto de asumir responsabilidades es deber incumplido exclusivamente por los gobernantes, sino también de una oposición que no tiene escrúpulos a la hora de realizar de las suyas en la búsqueda desesperada del voto qu...

¿Por qué me pegas?

Casi dos mil años han transcurrido desde que Jesucristo pronunció esas palabras ante el sanedrín. Palabras de vigencia y actualidad cuando los cristianos, fundamentalmente católicos, estamos siendo objeto continuado de mofa, burla y otro tipo de agresiones que incluso alcanzan la violencia física dentro de nuestras fronteras. Todo ocurre delante de una sociedad anestesiada que se niega a reconocer como agresores a quienes lo son, confundiendo la defecación mental, el odio, con la libertad de expresión o cultura. Como si blasfemar ensalzara las virtudes del ser humano. No acabo de entender esa inquina sobre la persona de Jesucristo ¿A quién puede deshonrar la imagen un hombre que vivió enseñando a hacer el bien, no hizo mal a nadie, y murió perdonando a sus asesinos? ¿A quién puede ofender un Padre Nuestro, donde se habla del perdón, de no hacer mal, de actuar para la venida de un reino de paz y justicia, de atender las necesidades materiales de todos? Quizá, para algunos, todo est...

Miel sobre hojuelas

Comentaba Cristina Cifuentes que al PP le ha podido la falta de humildad y la corrupción. Gravísimos e imperdonables pecados, para nada monopolio de la derecha española. Quizá se le olvidó citar el incumplimiento de programa y la traición a sus bases más fidedignas, propiciada, entre otros personajes, por ella misma. Pelillos a la mar. Es cierto, el PP no está en condiciones de sacar pecho. Ni siquiera los buenos datos sobre empleo son lo suficientemente triunfantes como para olvidar los malos tragos. Ahora bien, de ahí, a creer que uno debe mantenerse a la misma distancia del PP que de Podemos tiene un claro sesgo radical. El PSOE no puede dar lecciones a nadie. Fue y sigue siendo maestro de corrupciones: el Banco de España, la Guardia Civil, el BOE, la Cruz Roja, EREs, Mercasevilla... La falta de humildad siempre les ha acompañado: basta recordar que utilizaron aviones públicos para saltarse la cola de la frontera para ver una corrida de toros, o un helicóptero por una picadura d...