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Mostrando entradas de 2016

El peso de la responsabilidad

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Si algo caracteriza a la política de todos los tiempos y todos los lugares es la manifiesta voluntad de no asumir responsabilidades frente a cualquier dislate por muy grave que este sea. A lo sumo, bajo el eufemismo de dimisión política que ocurre en singulares ocasiones, se pretende tapar un desastre aireado por los medios de comunicación, acallar voces intentando calmar situaciones que harían sonrojar a cualquiera menos al caradura de turno que se resiste a abandonar la poltrona política ni a asumir responsabilidades que vayan más allá del gesto lastimero con el que algunos retornan a su vida real, que las más de las veces, fuera de la política, están llenas de fracasos e infortunios personales, fundamentalmente socioeconómicos. No crean que esto de asumir responsabilidades es deber incumplido exclusivamente por los gobernantes, sino también de una oposición que no tiene escrúpulos a la hora de realizar de las suyas en la búsqueda desesperada del voto qu...

¿Por qué me pegas?

Casi dos mil años han transcurrido desde que Jesucristo pronunció esas palabras ante el sanedrín. Palabras de vigencia y actualidad cuando los cristianos, fundamentalmente católicos, estamos siendo objeto continuado de mofa, burla y otro tipo de agresiones que incluso alcanzan la violencia física dentro de nuestras fronteras. Todo ocurre delante de una sociedad anestesiada que se niega a reconocer como agresores a quienes lo son, confundiendo la defecación mental, el odio, con la libertad de expresión o cultura. Como si blasfemar ensalzara las virtudes del ser humano. No acabo de entender esa inquina sobre la persona de Jesucristo ¿A quién puede deshonrar la imagen un hombre que vivió enseñando a hacer el bien, no hizo mal a nadie, y murió perdonando a sus asesinos? ¿A quién puede ofender un Padre Nuestro, donde se habla del perdón, de no hacer mal, de actuar para la venida de un reino de paz y justicia, de atender las necesidades materiales de todos? Quizá, para algunos, todo est...

Miel sobre hojuelas

Comentaba Cristina Cifuentes que al PP le ha podido la falta de humildad y la corrupción. Gravísimos e imperdonables pecados, para nada monopolio de la derecha española. Quizá se le olvidó citar el incumplimiento de programa y la traición a sus bases más fidedignas, propiciada, entre otros personajes, por ella misma. Pelillos a la mar. Es cierto, el PP no está en condiciones de sacar pecho. Ni siquiera los buenos datos sobre empleo son lo suficientemente triunfantes como para olvidar los malos tragos. Ahora bien, de ahí, a creer que uno debe mantenerse a la misma distancia del PP que de Podemos tiene un claro sesgo radical. El PSOE no puede dar lecciones a nadie. Fue y sigue siendo maestro de corrupciones: el Banco de España, la Guardia Civil, el BOE, la Cruz Roja, EREs, Mercasevilla... La falta de humildad siempre les ha acompañado: basta recordar que utilizaron aviones públicos para saltarse la cola de la frontera para ver una corrida de toros, o un helicóptero por una picadura d...

La utopía de saciar el hambre

De nuevo un demoledor informe de Oxfam Intermon presenta un conjunto apocalíptico de datos que debería sacarnos los colores a todos. Las razones de la pobreza no son exclusivas de una clase dirigente cuando menos indolente, también de las pequeñas acciones insolidarias que forjamos en nuestro entorno. De toda esa amalgama que debería suscitarnos vergüenza humana, un dato me llama más la atención que otro: España es el país donde más crece la desigualdad de toda la OCDE, sólo por debajo de Chipre. Las diferencias entre pobres y ricos superan hasta en 14 veces la situación en Grecia. Y lo que es peor, la distancia entre pobres y ricos ha crecido durante 2015. Desafortunadamente el análisis no acaba ahí. El 1% más rico de la población española aumentó su fortuna un 15% mientras que el 99% restante la disminuyó en ese mismo porcentaje. Casi el 30% de los ciudadanos está en riesgo de exclusión, mientras que tan sólo 20 personas poseen una fortuna superior a los 100.000.000.000 ¡cien mi...